12.3. La integración de España en Europa. Consecuencias económicas y sociales. La modernización de las infraestructuras. El Programa de Convergencia y la creación del euro

  1. La integración de España en Europa. El Programa de Convergencia y la creación del euro

 

En 1962 España solicitó el ingreso, pero las condiciones políticas del país hicieron que no recibiera respuesta, si bien en 1970 logró un Acuerdo Preferencial, por el que España y la CEE intercambiaban ventajas comerciales. Tras las elecciones generales de 1977 se iniciaron conversaciones para la integración plena, que duraron hasta 1985.

 

El 12 de junio de 1985 España (junto con Portugal) firmó el ingreso, que fue efectivo a partir del 1 de enero de 1986. Se estableció un período transitorio, que a corto plazo supuso fuertes costes sociales, con la reconversión de los sectores industriales más anticuados, como el siderúrgico y el naval. Las consecuencias económicas más importantes, de nuestra entrada en la CEE han sido: la liberalización económica (que acabó con el proteccionismo para adaptarse a un mercado abierto y competitivo) y la aceleración del crecimiento económico, gracias a las ayudas de la UE para reducir desequilibrios socio-económicos entre los países miembros de la Unión.

 

Desde su entrada en la CEE España ha participado activamente en el proceso de construcción europeo:

 

  • 1987 firma del Acta Única (a partir de ahora CE), se plantea el objetivo de intensificar la cooperación, la libre circulación de personas, bienes, capitales y servicios, así como la creación de un sistema monetario europeo.

 

  • 1991 firma del Tratado de Maastricht, que dio origen a la Unión Europea y establecía las bases para la integración europea mediante: libre circulación de personas, mercancías, servicios y capitales por todos los países miembros (por el Tratado Schengen se suprimen los controles interiores en las fronteras), el reconocimiento de la ciudadanía europea: pasaporte común, votación en elecciones municipales y europeas… Además de acordarse la Política exterior y de seguridad común (PESC) y la Cooperación en Asuntos de Interior y de Justicia (CAJI)

 

El Tratado de Maastricht establecía las bases para la creación de una Unión monetaria mediante el establecimiento de un Plan de Convergencia económica para poner en funcionamiento, bajo la dirección y control del Banco Central Europeo una moneda común: el euro.

 

Los requisitos que debían cumplir los estados que quisieran formar parte de la Unión Monetaria eran:

 

  • La tasa de inflación no podía superar en más de un punto y medio la media de los tres países de la Unión con menos inflación.
  • El límite de déficit público se situó en el 3% del PIB.
  • Había condiciones para los tipos de interés.

 

La firma de Maastricht obligó a realizar un duro plan de ajustes para cumplir el Plan de Convergencia que consistió en eliminar ciertos desequilibrios de la economía española. El Plan quería reducir el paro, el déficit público y reducir los desequilibrios regionales. El Plan tuvo ciertas repercusiones negativas en las condiciones de vida y laborales de los trabajadores. Pasada la euforia por el ingreso de España en Europa, muchos españoles atribuían a Europa la responsabilidad del cierre de empresas, la limitación de la pesca….Aunque también se percibían ventajas como fondos estructurales que han supuso una inyección de capital importantes.

 

  • El Tratado de Amsterdam en 1997 revisó el de Maastricht y en vistas de la incorporación de nuevos miembros procedentes de la Europa del Este, establece la idea de dos velocidades respecto al ritmo de integración.
  • En 1998 once países de la UE, entre ellos España, firmaron el acuerdo de la constitución del Banco Central Europeo con lo que se creaba una autoridad monetaria común para la unión.
  • Cuando el PP se hizo cargo del gobierno en 1996 la entrada en la primera fase del euro se convirtió en un objetivo principal. En 1999, después de tres años de presupuestos contenidos, España cumplía los requisitos exigidos por UE y justificaba, de paso, las enormes transferencia financieras procedentes de Bruselas, los fondos de cohesión para ayudar a los países menso prósperos a cumplir los requisitos para su entrada en la Unión monetaria.
  • En 2002 las monedas y billetes de euro sustituyen a la peseta. Con el objetivo de fortalecer la defensa europeo, se impulsó la creación de un espacio común de seguridad y justicia.
  • En 2003 el Tratado de Niza reforma las instituciones europeas y en 2004, aprobamos en referéndum la fallida Constitución Europea, que se sustituyó por el actual Tratado Constitucional Europeo (Lisboa, 2005).

 

Entre 1986 y 2000 el peso de España en la UE fue creciendo, siendo el español Javier Solana el primer PESC. Presidió en diversas ocasiones la UE, ocupó puestos importantes en ella (Presidente del Parlamento Europeo, carteras económicas en la Comisión). Con la entrada de países nuevos procedentes del centro y este europeo, ha perdido peso en el nuevo reparto de poder, reduciendo su número de diputados en el Parlamento Europeo y de votos en el Consejo de la Unión Europea. Su peso, pues, ha decrecido, al igual que los fondos de la Unión Europea. Pero al mismo tiempo, se le plantean nuevos retos de modernización tecnológica y crecimiento en la competitividad.

 

  1. Consecuencias económicas y sociales. La modernización de las infraestructuras.

 

  • Económicas: La liberalización económica puso fin al tradicional proteccionismo pero obligó a una dura reconversión del sector primario e industrial para adaptarse a un mercado abierto y competitivo. diferentes sectores económicos tuvieron que hacer importantes sacrificios para conseguir una producción competitiva con la de los otros países comunitarios. Ello supuso la pérdida de numerosos puestos de trabajo e incluso el desmantelamiento o la disminución drástica de algunos sectores .La contraprestación era la apertura para los productos españoles de un mercado de millones de personas con una elevada capacidad adquisitiva. El PIB se ha duplicado entre 1985 y 2013. Al tiempo se ha recortado la distancia entre los demás miembros de la UE y España (ingresó con un 72% de la media y en 2014 tenía un 91%, tras haber alcanzado en 2007 antes de la crisis el 103%). El comercio exterior ha multiplicado por 7 el valor de sus importaciones.

 

  • La modernización de infraestructuras: Las inversiones de la UE en España han sido fundamentales para el desarrollo del país. Han costeado infraestructuras varias (carreteras y autopistas, red de ferrocarriles, etc.) por valor de más de 300.000 millones entre 1986 y 2013.

 

  • Sociales: la política de ayudas de la UE (FEDR; FEOGA; FSE, etc.,) pensadas para reducir los desequilibrios socio-económicos entre los países de la Unión, han llegado a suponer casi un 1% del PIB español y han hecho posible, las mejoras del sector agrícola mediante subvenciones y la financiación de planes de formación profesional y creación de empleo, ayudando al desarrollo y modernización de la sociedad española.
  1. La integración de España en Europa. El Programa de Convergencia y la creación del euro

 

En 1962 España solicitó el ingreso, pero las condiciones políticas del país hicieron que no recibiera respuesta, si bien en 1970 logró un Acuerdo Preferencial, por el que España y la CEE intercambiaban ventajas comerciales. Tras las elecciones generales de 1977 se iniciaron conversaciones para la integración plena, que duraron hasta 1985.

 

El 12 de junio de 1985 España (junto con Portugal) firmó el ingreso, que fue efectivo a partir del 1 de enero de 1986. Se estableció un período transitorio, que a corto plazo supuso fuertes costes sociales, con la reconversión de los sectores industriales más anticuados, como el siderúrgico y el naval. Las consecuencias económicas más importantes, de nuestra entrada en la CEE han sido: la liberalización económica (que acabó con el proteccionismo para adaptarse a un mercado abierto y competitivo) y la aceleración del crecimiento económico, gracias a las ayudas de la UE para reducir desequilibrios socio-económicos entre los países miembros de la Unión.

 

Desde su entrada en la CEE España ha participado activamente en el proceso de construcción europeo:

 

  • 1987 firma del Acta Única (a partir de ahora CE), se plantea el objetivo de intensificar la cooperación, la libre circulación de personas, bienes, capitales y servicios, así como la creación de un sistema monetario europeo.

 

  • 1991 firma del Tratado de Maastricht, que dio origen a la Unión Europea y establecía las bases para la integración europea mediante: libre circulación de personas, mercancías, servicios y capitales por todos los países miembros (por el Tratado Schengen se suprimen los controles interiores en las fronteras), el reconocimiento de la ciudadanía europea: pasaporte común, votación en elecciones municipales y europeas… Además de acordarse la Política exterior y de seguridad común (PESC) y la Cooperación en Asuntos de Interior y de Justicia (CAJI)

 

El Tratado de Maastricht establecía las bases para la creación de una Unión monetaria mediante el establecimiento de un Plan de Convergencia económica para poner en funcionamiento, bajo la dirección y control del Banco Central Europeo una moneda común: el euro.

 

Los requisitos que debían cumplir los estados que quisieran formar parte de la Unión Monetaria eran:

 

  • La tasa de inflación no podía superar en más de un punto y medio la media de los tres países de la Unión con menos inflación.
  • El límite de déficit público se situó en el 3% del PIB.
  • Había condiciones para los tipos de interés.

 

La firma de Maastricht obligó a realizar un duro plan de ajustes para cumplir el Plan de Convergencia que consistió en eliminar ciertos desequilibrios de la economía española. El Plan quería reducir el paro, el déficit público y reducir los desequilibrios regionales. El Plan tuvo ciertas repercusiones negativas en las condiciones de vida y laborales de los trabajadores. Pasada la euforia por el ingreso de España en Europa, muchos españoles atribuían a Europa la responsabilidad del cierre de empresas, la limitación de la pesca….Aunque también se percibían ventajas como fondos estructurales que han supuso una inyección de capital importantes.

 

  • El Tratado de Amsterdam en 1997 revisó el de Maastricht y en vistas de la incorporación de nuevos miembros procedentes de la Europa del Este, establece la idea de dos velocidades respecto al ritmo de integración.
  • En 1998 once países de la UE, entre ellos España, firmaron el acuerdo de la constitución del Banco Central Europeo con lo que se creaba una autoridad monetaria común para la unión.
  • Cuando el PP se hizo cargo del gobierno en 1996 la entrada en la primera fase del euro se convirtió en un objetivo principal. En 1999, después de tres años de presupuestos contenidos, España cumplía los requisitos exigidos por UE y justificaba, de paso, las enormes transferencia financieras procedentes de Bruselas, los fondos de cohesión para ayudar a los países menso prósperos a cumplir los requisitos para su entrada en la Unión monetaria.
  • En 2002 las monedas y billetes de euro sustituyen a la peseta. Con el objetivo de fortalecer la defensa europeo, se impulsó la creación de un espacio común de seguridad y justicia.
  • En 2003 el Tratado de Niza reforma las instituciones europeas y en 2004, aprobamos en referéndum la fallida Constitución Europea, que se sustituyó por el actual Tratado Constitucional Europeo (Lisboa, 2005).

 

Entre 1986 y 2000 el peso de España en la UE fue creciendo, siendo el español Javier Solana el primer PESC. Presidió en diversas ocasiones la UE, ocupó puestos importantes en ella (Presidente del Parlamento Europeo, carteras económicas en la Comisión). Con la entrada de países nuevos procedentes del centro y este europeo, ha perdido peso en el nuevo reparto de poder, reduciendo su número de diputados en el Parlamento Europeo y de votos en el Consejo de la Unión Europea. Su peso, pues, ha decrecido, al igual que los fondos de la Unión Europea. Pero al mismo tiempo, se le plantean nuevos retos de modernización tecnológica y crecimiento en la competitividad.

 

  1. Consecuencias económicas y sociales. La modernización de las infraestructuras.

 

  • Económicas: La liberalización económica puso fin al tradicional proteccionismo pero obligó a una dura reconversión del sector primario e industrial para adaptarse a un mercado abierto y competitivo. diferentes sectores económicos tuvieron que hacer importantes sacrificios para conseguir una producción competitiva con la de los otros países comunitarios. Ello supuso la pérdida de numerosos puestos de trabajo e incluso el desmantelamiento o la disminución drástica de algunos sectores .La contraprestación era la apertura para los productos españoles de un mercado de millones de personas con una elevada capacidad adquisitiva. El PIB se ha duplicado entre 1985 y 2013. Al tiempo se ha recortado la distancia entre los demás miembros de la UE y España (ingresó con un 72% de la media y en 2014 tenía un 91%, tras haber alcanzado en 2007 antes de la crisis el 103%). El comercio exterior ha multiplicado por 7 el valor de sus importaciones.

 

  • La modernización de infraestructuras: Las inversiones de la UE en España han sido fundamentales para el desarrollo del país. Han costeado infraestructuras varias (carreteras y autopistas, red de ferrocarriles, etc.) por valor de más de 300.000 millones entre 1986 y 2013.

 

  • Sociales: la política de ayudas de la UE (FEDR; FEOGA; FSE, etc.,) pensadas para reducir los desequilibrios socio-económicos entre los países de la Unión, han llegado a suponer casi un 1% del PIB español y han hecho posible, las mejoras del sector agrícola mediante subvenciones y la financiación de planes de formación profesional y creación de empleo, ayudando al desarrollo y modernización de la sociedad española.