1.4. El reino visigodo: origen y organización política. Los concilios.

En el 409 diversos pueblos bárbaros (vándalos, suevos y alanos) penetraron en Hispania sin encontrar resistencia debido al debilitamiento del Imperio Romano. Para frenar este avance, el Imperio autorizó a los visigodos su entrada en la península para controlar el territorio. Así al desaparecer el Imperio en el 476, el reino visigodo se extendía desde el Loira al Tajo, aunque la presión de los Francos les va a hacer asentarse definitivamente en la península con capital en Toledo (507-711).

Los visigodos llevaron a cabo una importante tarea de homogeneización. La unificación política se realizó en varias etapas, Leovigildo (568-586) acabó con el reino suevo y en el siglo VII Suintila conquistó las últimas posesiones del imperio Bizantino. Religiosamente, Recadero renuncia al arrianismo en favor del catolicismo en el III Concilio de Toledo (598) y jurídicamente se aprobó un único código legal, el Fuero Juzgo (653). 

Finalmente se estructuro una monarquía por elección.Para el ejercicio de sus funciones el rey contaba con la ayuda del Aula Regia, organismo integrado por miembros de la alta nobleza que daba consejos al monarca, y los concilios de Toledo que a pesar de ser reuniones eclesiásticas que colaboraron con los reyes en tareas legislativas y asuntos de gobierno

Debido al sistema de elección de los monarcas y al surgimiento de una sociedad prefeudal los reyes estuvieron supeditas al poder de la aristocracia como al de los obispos, siendo muy frecuentas los destronamientos de los monarcas.