2.2. Al Ándalus: reinos de taifas. Reino nazarí.

Tras la muerte de Almanzor (1031) el califato entra en crisis produciéndose su desintegración en pequeños reinos de taifas. Su historia es la del esfuerzo de cada uno de estos Estados para conservar su independencia. En este momento dejan de cobrar parias para pasar a pagarlas. Pese a la riqueza de muchos de ellos se caracterizan por su gran debilidad militar que facilitará el avance de los reinos cristianos. Ante esta situación piden ayuda al exterior.

La dominación almorávide de al-Ándalus se hace efectiva de 1090 a 1145 tras victorias tan importantes como la de Sagrajas.  Los almorávides aprovechan el enfrentamiento de las taifas entre sí para unir al-Ándalus bajo su dominio. Sin embargo, las revueltas antialmorávides (debido a su rigorismo religioso), un nuevo avance cristiano y la presión de los almohades en el norte África les hace desaparecer creándose unos nuevos reinos de taifas.

Las segundas taifas tienen que soportar otro gran avance cristiano por lo que pedirán ayuda de nuevo al exterior, en este caso, a los almohades. Los almohadas lograr importante victorias como la de Alarcos y reunifican otra vez al-Ándalus bajo su dominio, pero tras la alianza de Castilla, Aragón y Navarra son derrotados en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212.

De esta manera se crean unos terceros reinos de taifas que desaparecen rápidamente a excepción del Reino nazarí de Granda que sobrevivirá hasta 1492 cuando los reyes católicos ponen fin a 781 años de presencia musulmana en la península.

Epígrafes