6.2.El reinado de Isabel II (1833-1868): las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz. De la sociedad estamental a sociedad de clases.

6.2 El reinado de Isabel II (1833-1868): las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz. De la sociedad estamental a sociedad de clases.

1.LAS DESAMORTIZACIOENS DE MENDIZÁBAL Y MADOZ.

INTRODUCCIÓN

La llamada reforma agraria liberal fue uno de los hechos más trascendentales del siglo XIX. Esta reforma convirtió al campo español se convirtió en propiedad capitalista,

A pesar de las diferencias regionales del campo español, con grandes latifundios en el sur y un mayor porcentaje de pequeños propietarios en el norte, los problemas eran comunes. La cantidad de tierras en «manos muertas» (nobleza, municipios y el clero), reducía la oferta de tierra libre, lo que provoca un fortísimo encarecimiento, impidiendo el acceso a la propiedad de los cultivadores directos. Sobre el campesino además de los impuestos del estado pesaban dos impuestos más: los derechos señoriales y el diezmo.

La reforma agraria liberal se llevará sobre todo mediante tres medidas.

1) La abolición del régimen señorial, cuyo decreto definitivo se publica en 1837, que supone la conversión de los señoríos jurisdiccionales en propiedad privada

2) La desvinculación de mayorazgos.

3)La desamortización que la entendemos como la eliminación toda las manos muertas.

Este marco legal que se completó con otra serie de medidas encaminadas a dar un funcionamiento capitalista a la tierra como el fin de los privilegios de la mesta.

ANTECEDENTES

Antes de las desamortizaciones llevadas a cabo por Mendizábal y Madoz, hubo varios intentos para desamortizar la tierra. Carlos III, repartió tierras comunales entre campesinos sin tierras, Godoy, debido a la guerra con Francia necesita dinero y desamortiza tierras de la iglesia (la que más impacto tuvo), y los intentos de Napoleón, las Cortes de Cádiz y las del trienio liberal (1820-1823) todas ellas eliminadas por Fernando VII.

DESAMORTIZACIÓN DE MENDIZÁBAL Y MADOZ

Por el Real Decreto de 19 de febrero de 1836, impulsado por Mendizábal, se sacaban a pública subasta los bienes nacionalizados, principalmente del clero regular, cuyas sedes habían sido suprimidas. Otro decreto, de julio de 1837, ampliaba el espectro del clero regular y a ley de septiembre de 1841, durante la Regencia de Espartero, incluyó también dentro de los “bienes nacionales” los del clero secular. Hasta 1844 se procedió a una rápida venta de las antiguas propiedades eclesiásticas, aunque el retorno de los moderados al poder, bajo la dirección de Narváez, se paro las del secular y en 1851 las del regular.

Durante el Bienio Progresista (1854-1856) se vivió un nuevo proceso desamortizador, el impulsado por Madoz en 1855. Supuso la última etapa desamortizadora y una nueva ruptura con la Iglesia tras el Concordato de 1851. Esta desamortización vendió todo tipo de tierras muertas: Iglesia, Estado y Municipios. El volumen de esta desamortización duplicó a la de Mendizábal y mayormente fue una desamortización civil.

 

Los objetivos de ambas desamortizaciones buscaron objetivos comunes:

1-Conseguir dinero de manera rápida. Mendizábal precisaba el dinero para financiar el ejército que lucharía contra los carlistas y Madoz para la construcción de una red de ferrocarriles en España.

2- Sanear la hacienda buscó sanear el fisco y potenciar la expansión del ferrocarril.

3- En cuanto al objetivo político está claro, crear entre los beneficiarios de la desamortización, una amplia base que apoyase al régimen liberal, aunque para ello se tuvieran que enturbiar las relaciones con la Iglesia.

4-Convertir la tierra española en propiedad privada.

5-El objetivo social de fomentar “una copiosa familia de propietarios” no sucedió. Se fortaleció el latifundismo y aumentó los jornaleros. Los bienes no se repartieron según criterios de equidad, sino en pública subasta al mejor postor, lo que supone que los compradores habían de ser personas con el suficiente poder adquisitivo.

Los máximos beneficiarios de estos procesos fueran la burguesía, un campesino acomodado y una nobleza cuyas propiedades se desvincularon, pero no se expropiaron y una nueva burguesía agrícola. Las víctimas del proceso fueron Iglesia y municipios, seguidos del campesinado más pobre. Los primeros, claro está, porque fueron privados de las tierras expropiadas, los segundos, porque hasta entonces se habían beneficiado del uso de la propiedad comunal y enfrentarse a exigencias económicas en forma de renta más duras, porque se busca el beneficio de las inversiones.

6-Aumentar la tierra en cultivo, ahora bien el aumento de la producción agrícola se consiguió gracias a un incremento de la superficie cultivada y no como resultado de la modernización de las técnicas de cultivo, que continuaron atrasadas con respecto a las innovaciones de otros países. Esto explica el estancamiento de la agricultura española a finales del siglo XIX.

2- DE LA SOCIEDAD ESTAMENTAL A LA SOCIEDAD DE CLASES.

INTRODUCCIÓN

En España los estamentos dejaron de existir con la configuración del Estado Liberal en el siglo XIX, cuando las nuevas leyes impusieron la igualdad jurídica de todos los ciudadanos, lo que ponía fin a los privilegios de nacimiento.

El conjunto de población constituía una sola categoría jurídica, los ciudadanos, aunque el liberalismo censitario limitaba el derecho al sufragio y al participación política. Las diferencias sociales se establecieron según la riqueza determinada y no los estamentos.

VIEJOS ESTAMENTOS

1-La supresión de las leyes especiales que beneficiaban a la nobleza comportó la pérdida de sus privilegios. Pero a pesar de ello la alta nobleza consiguió mantener su importancia económica y social integrándose en la alta burguesía. La pequeña nobleza sin embargo, perdió su principal privilegio y pasó a ejercer actividades diversas y de ahí que muchos militaran en el carlismo.

Tuvieron tanta importancia que muchos burgueses quisieron imitarles comprando títulos nobiliarios. Sin embargo, en el último cuarto del XIX, la nobleza empezó a perder parte de su poder económico y de su influencia política (el senado). Sus patrimonios agrarios se depreciaron mientras ascendía el poder económico de la burguesía. Por ello, en la época de la Restauración, una parte de la nobleza emprendió negocios o se emparentó con burgueses adinerados que poseían fortunas muy superiores a las nobiliarias.

2-El clero perdió muchísimo poder económico con las desamortizaciones. A pesar de ello la iglesia católica mantenía parte de su influencia social y los mantendrá el Estado (Concordato)

LA SOCIEDAD DE CLASES

Las nuevas clases sociales son grupos abiertos a los que se pertenece en función de las diferencias que el propio sistema capitalista establece en el trabajo y en la riqueza.

La burguesía podemos dividirla según su nivel económico. La alta burguesía provenía de la alta nobleza y eran personas muy ricas. En España destacan los burgueses agrícolas, banqueros y comerciantes. La burguesía industrial tiene menos peso que en otros países europeos concentrándose en el País Vasco y Cataluña.

La Mediana y pequeña burguesía es un grupo muy heterogéneo estando algunos cerca del dinero de alta burguesía y otros más cercanos a las clases populares. Destacan los funcionarios, comerciantes menos exitosos y las profesiones liberales.

Las clases populares estaban formados por los artesanos (la industria fabril seguía siendo minoritaria), trabajadores del servicio de las ciudades (limpieza, alumbrado) o trabajadores domésticos. Destaca la aparición del proletariado primero en Cataluña y a finales de siglo también en Asturias y País Vasco que recibían un salario muy escaso por su trabajo con 12 o 14 hora diarias sin ningún tipo de derecho laboral viviendo en las peores zonas de la ciudad.

Las desigualdad de riqueza y las duras condiciones de vida y trabajo de la clase obrera y de los campesinos pobres dieron origen a nuevos movimientos sociales en Cataluña entorno a la industria algodonera con los primeros sindicatos modernos(el sindicalismo) que con el tiempo se expandirían por España junto a nuevas ideologías como el socialismo y el anarquismo.

Por supuesto, no podemos olvidarnos de los campesinos, la mayor parte de los españoles. La reforma agraria liberal concentró la propiedad de la tierra aún más que en el Antiguo Régimen. Aumentó por tanto la figura del campesinos sin tierras. Al no existir un proceso de industrialización profundo, no hubo una emigración a las ciudades y la población campesina española permaneció en el campo. A partir de 1860 comenzó un lento éxodo rural.

El papel de la mujer en la sociedad española del siglo XIX venía determinado por el mantenimiento de una concepción tradicional que las subordinaba a los hombres que las privaba de todo derecho jurídico o político. La mujer burguesa tenía un único camino: el matrimonio y cuidar de los hijos, mientras que las obreras y campesinas si bien vivían en este mundo machista muchas veces también tenían que trabajar.