4.2. La nueva Monarquía Borbónica. Los Decretos de Nueva Planta. Modelo de Estado y alcance de las reformas.

Felipe V (1700-1746) implantó el modelo francés de monarquía: absolutismo y centralismo. Los Decretos de Nueva Planta impusieron el modelo organizativo e institucional castellano en la Corona de Aragón perdiendo sus cortes y fueros.  España constituía una estructura uniforme menos País  Vasco y Navarra. Estableció también en Aragón un nuevo sistema tributario mediante una cuota fija a repartir entre sus habitantes.

Felipe V también implantó los Secretarios de Estado y Despacho, precedentes de los ministerios, perdiendo así capacidad los antiguos Consejos, salvo el de Castilla. Estableció unas únicas cortes, las  Cortes Generales del Reino, con un papel testimonial de jurar herederos. La centralización se reforzó mediante la sustitución de los virreinatos por Capitanías Generales, la  división territorial en Intendencias y generalización del corregidor.

También proliferaron las reformas militares (servicio militar obligatorio) e impulsó la educación y la economía (Reales Fábricas).

Fernando VII (1746-1759) continuó la política reformista: modernización de la marina, firma del concordato garantizándose el patronato regio o mejora de la red vial. Una de sus medidas más importantes fue el intento de crear una contribución única que fracasará por la oposición de nobleza y clero.

Reformas administrativas que también llegaron América mediante Capitanías Generales, nuevos virreinatos , Nueva Granada (1717) y Río de la Plata, (1776) y las Intendencias. Medidas que buscaban reforzar el poder español sobre el criollo.

El límite de las reformas borbónicas estaban en el propio funcionamiento del absolutismo. No se podía destruir las bases de la desigualdad sobre las que se asentaba la monarquía.